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Agua, medio ambiente y sociedad
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Fernando Tudela
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Agua, medio ambiente y sociedad
Hacia la gestión integral de los recursos hídricos en México. Julia Carabias y Rosalva Landa con la colaboración de Jaime Collado y Polioptro Martínez
unam, El Colegio de México, Fundación Gonzalo Río Arronte. México, D.F., 2005, p.221. |
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En el umbral del siglo xxi, México enfrenta la posibilidad de una crisis del agua que comprometería el futuro inmediato de su proceso de desarrollo. En función de esta crisis potencial, el gobierno de la República ha declarado que el agua es asunto de seguridad nacional.
Los esquemas de utilización del agua que han prevalecido durante décadas han determinado desajustes y conflictos crecientes: escasez, agotamiento de acuíferos, sequías, inundaciones, deslaves, erosión hídrica, azolvamiento, salinización, hundimientos diferenciales, contaminación de suelos y cuerpos de agua, degradación de hábitats acuáticos, entre otros procesos que amenazan la saludad humana y la de los ecosistemas y comprometen la continuidad de la mayor parte de los procesos productivos.
El problema del agua en México presenta múltiples dimensiones. Aunque su análisis desborda el reconocimiento de la creciente escasez del recurso y de los procesos de contaminación que lo afectan, los indicadores de cantidad y calidad del agua permiten calibrar el alcance de la crisis. En función con los indicadores disponibles, referidos en la presente publicación, la crisis del agua no es en México una amenaza futura sino un proceso que ya se hace sentir y que podría alcanzar niveles críticos en el primer cuarto de este siglo. Si el manejo del agua no experimenta un cambio radical en nuestro país, en 25 años México verá frenado su desarrollo por falta del recurso en varias ciudades, insuficiencia agroproductiva, colapso de varios ecosistemas y agravamiento de los problemas de salud pública. Detener a tiempo esta crisis implica una carrera contra reloj, con costos elevados pero muy inferiores en todo caso a aquellos en los que se incurriría por inacción. Algunas estimaciones fijan en 735 000 millones de pesos el monto de las inversiones necesarias para atajar la crisis del agua en los próximos 25 años. El alcance del desafío al que se enfrenta nuestro país podría apreciarse mejor si se considera que la economía mexicana se quintuplicaría en las próximas tres décadas, si creciera a una tasa de poco más de 6% anual. En el mismo lapso, la población ascendería a cerca de 130 millones de habitantes, nivel ya muy cercano al de su prevista estabilización. En función de esta realidad demográfica, el país tendrá que acomodar unos 30 millones de personas adicionales a la magnitud de su población actual, en un territorio que es árido o semiárido en dos tercios de su extensión.
La crisis del agua se interpone en la transición de nuestro país hacia el desarrollo sustentable. Solucionarla requiere mucho más que un esfuerzo tecnológico o de inversión. Por otra parte, la dimensión del problema rebasa con mucho la capacidad gubernamental. Se requiere de una progresiva implantación de una cultura de utilización racional del agua que permee a la población en su conjunto y sustituya a la actual cultura de desperdicio, la no valoración y el no pago. En este marco se necesitará adoptar nuevos enfoques y paradigmas, nuevas política públicas, y una nueva institucionalidad. Nuestro país no ha asimilado todavía a cabalidad algunos cambios de enfoque que en relación con el tema del agua ha temido lugar en el ámbito internacional. En efecto, en el último cuarto de siglo la percepción de los problemas relacionados con el agua ha experimentado un cambio profundo, aunque todavía incipiente. La escasez de agua de calidad aceptable empieza a subsumirse en una problemática mucho más amplia, centrada en las necesidades de gestión integral de un recurso esencial para los sistemas de soporte de la vida en el planeta. El Programa Agua, Medio Ambiente y Sociedad (pamas), que ha contado con el eficaz apoyo de la Fundación Gonzalo Río Arronte y de las instituciones académicas involucradas, representa un esfuerzo colectivo que ha logrado durante tres años conjuntar las ideas, visiones y experiencias de numerosos expertos y tomadores de decisiones sobre los temas críticos relacionados con el agua y su gestión. En esta publicación, Julia Carabias y Rosalva Landa, con la colaboración de Polioptro Martínez y Jaime Collado, presentan los principales resultados de este esfuerzo, tan valioso como oportuno. Tras realizar un diagnóstico de la situación nacional en la primera sección, los autores sintetizan las discusiones en el seno del pamas y analizan en la segunda sección los principales temas críticos relacionados con la conservación de los ecosistemas naturales, sus servicios ambientales y su relación con el ciclo hidrológico; la conservación del agua subterránea y su uso en la agricultura; los problemas de la calidad del agua y de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento; los efectos de las presas, la vulnerabilidad y los riesgos hidrometeorológicos. El conjunto de orientaciones que se derivan de este análisis se sintetiza en la tercera sesión, en la que se sugieren los cambios y ajustes que requieren las instituciones, programas, mecanismos de participación, instrumentos de regulación y económicos, así como la generación y sistematización de la información, el conocimiento y su difusión. En definitiva, el desafío consiste en pasar de una política hidráulica a una política hídrica, que haga énfasis en la conservación del ciclo hidrológico y en el manejo y la gestión integral del agua para lograr la mejoría de las condiciones de vida de la población presente y futura. |
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(Fragmento de la presentación).
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como citar este artículo → Tudela, Fernando. (2007). Agua, medio ambiente y sociedad. Ciencias 85, enero-marzo, 78-79. [En línea]
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