Nota de los editores
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Años difíciles, invasión a Cuba, manifestaciones
ferrocarrileras, represión… Manuel Peimbert* nos relata que los estudiantes de Ciencias no estuvieron al márgen de la época que les tocó vivir.
Platicamos esta vez con Manuel Peimbert, miembro de la generación 1958 de la F. C., y hoy investigador del Instituto de Astronomía. Manuel, ¿por qué razones ingresaste a la Facultad y cómo era ésta en esa época?
Cuando ingresé a la Facultad de Ciencias no tenía una vocación definida y estaba yo más bien interesado en seguir desarrollándome como estudiante en general y seguir preparándome en idiomas y otras disciplinas. Yo tuve la ventaja de que me tocara el bachillerato único, que en aquel entonces era de dos años. Al cumplir con el plan de estudios tenía uno la posibilidad de ingresar a cualquier carrera con la preparación dada, lo cual era un gran avance respecto a lo que sucedía algunos años antes, cuando había bachillerato por especialidad. El cambio a bachillerato único acabó con los estudiantes fósiles de la preparatoria e hizo que hubiera un gran flujo de estudiantes a la Universidad, y que los estudiantes ingresaran a la Universidad más jóvenes de lo que sucedía antes. Creo que ésta fue una gran ganancia y que fue un error el que algunos años después se instalara el bachillerato de tres años. Esto hace que los estudiantes lleguen a la Universidad con una edad promedio por lo menos de un año más que cuando yo estudiaba, y que en el momento que terminan sus carreras y se preocupan por el posgrado. se encuentren con una edad mayor y con mayores responsabilidades de tipo económico y familiar. Aquí se resolvió o se trató de resolver un problema de falta de preparación de una manera no adecuada, pero en fin, esto ya es parte de la educación mexicana. No sucede así en otros países. En otros países los estudiantes acaban sus cursos de licenciatura a una edad más temprana que en México.
Cuando ingresé a la Facultad, me sentía todavía muy joven; creía yo que eventualmente me podría cambiar a alguna otra facultad del área de humanidades, en la que también tenía mucho interés. Sin embargo, el acercamiento, sobre todo al Instituto de Astronomía, me permitió poder colaborar desde una edad muy temprana con investigaciones de tipo muy sencillo y me hicieron quedar en la Facultad de Ciencias y apreciar la emoción que produce la investigación desde muy joven.
Entramos aproximadamente 150 a la carrera de Física y nos dividieron en tres grupos. La desorientación de casi todos nosotros era muy grande. Algunos iban a entrar a Ingeniería y les dijeron finalmente que Física era más interesante. Estos se agruparon en lo que se llamó 1°C. De estos 150 que entraron a primero, únicamente como 50 pasarnos a 2° y de éstos probablemente obtuvimos la licenciatura alrededor de 30. Yo creo que fue la primera vez que una generación producía más de 20 recibidos en el área de física. A mí me toco ser el físico 43 en la historia de la facultad, lo cual implica que se habían recibido muy pocos físicos en todas las generaciones anteriores. Probablemente nuestra generación contaba, al momento de recibirse la mayoría de sus miembros, con un tercio o un cuarto de todos los físicos que se habían recibido en toda la historia de la Facultad.
En cuanto al origen de estos estudiantes, venían fundamentalmente de dos regiones distintas. Aproximadamente la mitad venía de escuelas particulares; la otra mitad venía de la ENP o de escuelas preparatorias de provincia. La deserción fue mayor entre las personas que venían de escuelas oficiales, y también había una división bastante apreciable, desde el punto de vista de preocupación social, entre las personas que venían de escuelas oficiales y los que venían de escuelas particulares. Los estudiantes que venían de escuelas oficiales estaban más preocupados por el entorno social en el cual se enmarcaba la Facultad, y más preocupados por problemas sociales que los estudiantes que venían de escuelas particulares.
En esas épocas, ¿había en la Facultad cierto estímulo para la participación política, por ejemplo algún tipo de participación en las decisiones de la Asamblea de estudiantes? ¿Había Consejos?
No, en realidad había dos corrientes muy claras a nivel de profesores en cuanto a la manera de ver las cosas. En general, los profesores de Física eran bastante conservadores en su manera de ver la sociedad, mientras que se podría decir que los maestros de Matemáticas eran más liberales. Los maestros de Física y Matemáticas coincidían en decir que era muy peligroso que los estudiantes se preocuparan por problemas no académicos, que esto los llevaría a ser estudiantes irregulares, concepto que existía en ese momento. Se daban ejemplos de estudiantes muy brillantes, que por haberse preocupado por problemas sociales se habían vuelto primero estudiantes irregulares y después no habían acabado la carrera. La escuela era relativamente pequeña en comparación con otras en donde se hacia otro tipo de política, donde existía interés de utilizar la actividad estudiantil como trampolín político, sobre todo dentro de las juventudes del PRI. Como ejemplos de escuelas de este tipo se pueden mencionar a Leyes y Comercio.
En la Facultad de Ciencias ese tipo de política nunca tuvo gran respaldo. Los estudiantes más conservadores no estaban interesados en esta política tan superficial que desarrollaba el PRI en esa época, y los estudiantes más politizados tampoco estaban de acuerdo con lo que pasaba en el gobierno o con la actividad de los grupos priístas dentro de la Universidad. Yo diría que los estudiantes conservadores de aquella época más bien se abstenían de la participación política y tenían posturas academicistas, diciendo que los estudiantes, a estudiar. Los estudiantes un poco más preocupados por la actividad política eran críticos de la sociedad en su conjunto y del tipo de política que se hacía, por los estudiantes dentro de la Universidad y por el gobierno a nivel nacional.
Quizá sea sólo una apreciación, pero estudiar en el área de ciencias generalmente no va a significar ganar mucho dinero, cómo podría ser el caso de un abogado o un ingeniero que se integran al aparato del Estado o a la iniciativa privada. De alguna manera, cuando ustedes entraron a la Facultad, ¿cómo veían la situación de su desarrollo personal y económico?
Yo creo que a nosotros no nos preocupaba. Nos preocupaba más, nuevamente debido al ambiente, si teníamos la capacidad para ser investigadores. Desde que se entraba a la Facultad se nos decía que nada más los muy buenos podían y que los que fueran buenos o fueran regulares o malos se cambiaran de carrera. Esto hacía a la gente presionarse mucho y tratar de autoevaluarse para ver si podía dar el ancho como investigador, lo cual reflejaba también una falta de práctica en la investigación de muchos de los profesores que teníamos y de una falta de proyecto de los profesores de la época sobre cuantos investigadores debería haber en México y sobre cuál debería ser el papel de la ciencia en México.
Se pensaba que si pudiésemos producir un investigador de alta calidad, tipo E. U. o Europa, era un buen objetivo para la Facultad, pero no iban más lejos de esta postura. Claro que esta idea se reflejaba entre los estudiantes, pues éstos se preocupaban por pensar si podían ser tan buenos como un investigador extranjero. Yo creo que es una postura errónea. Considero que es fundamental el que le guste a uno lo que esta haciendo; también se debe pensar en que la capacidad intelectual de los investigadores en los países desarrollados varía mucho, desde gente muy mediocre hasta gente muy brillante; por lo tanto creo que tiene muchísimo más qué ver con el proyecto de Desarrollo Social de un país, cuántos científicos se van a necesitar y de qué nivel.
Regresando a la pregunta anterior que hiciste sobre la actividad política, en la Universidad en 1958-1959, y todavía en 1960 había lo que se llamaba la Federación Estudiantil Universitaria, que estaba formada por un delegado a la Federación por cada escuela. Esta Federación trataba de tener una representación estudiantil a nivel universitario. Generalmente, diversos grupos se proponían lograr esta representación y nunca o casi nunca se organizaban en una sola federación estudiantil universitaria. Después de las primeras pláticas se formaban cinco, seis o siete grupos y terminaban formándose siete federaciones estudiantiles universitarias diferentes; una priísta de izquierda, una priísta del centro, una un poco radical y otra que decía que las otras tres eran muy políticas y que ella iba a ser apolítica, más relacionada probablemente con grupos conservadores, como podría ser el PAN. Esto era una cosa bastante ajena a lo que pasaba en la Facultad, aunque sí elegimos al final de los 50, un delegado a la FEU, que después se llamó FUSA (Federación Universitaria de Sociedades de Alumnos) un poco también a iniciativa del Rector, que quería una federación única.
¿Entonces crees tú que había una relación entre las autoridades y las federaciones?
Creo que fue en 1961 o algo así, que sí había cierto contacto entre las autoridades y los estudiantes, y sí se corrió la voz de que las autoridades querían una sola federación y que estaban muy interesadas en ello. Creo que al final de cuentas la FUSA misma se partió en tres, una de izquierda, una muy oportunista y otra un poco como de centro. Estos tres pedazos eran más o menos igual de fuertes. Ahora bien, lo que pasaba al interior de la escuela era interesante, se formaron grupos críticos, a pesar de la gran presión que había por parte de los profesores de no participar en las cuestiones políticas, porque iba uno a dejar de ser buen estudiante, iba a volverse un irregular y finalmente a no acabar la carrera. Se empezó a generar una actividad política como decía Víctor Neumann en una entrevista anterior. La primera planilla radical de oposición al grupo conservador tradicional de la escuela surgió en 1956; en 1957 hubo planilla de oposición, en l958 también, en 1959 no hubo más que la planilla tradicional de Biología, en 1960 otra vez hubo planilla de oposición en la cual yo iba como candidato para presidente, perdidos otra vez, sacó el 60% la planilla más conservadora y 40% de los votos la planilla radical.
¿Con base a qué se conseguían los votos? ¿En base a un programa o a puntos específicos? ¿Qué le planteaban a los estudiantes?
En el caso de nuestra planilla había un programa con una serie de reivindicaciones que en este momento se verían demasiado triviales, pero que en aquel momento eran interesantes. Desde el clásico camión para las excursiones de Biología, hasta la preocupación por tener un comedor, por tener apoyo de tipo asistencial para los estudiantes, en fin, era un programa de 20 o 30 puntos de la planilla de izquierda. La otra planilla tenía un programa muy superficial, en el que no se trataba ningún aspecto de tipo social, pero había un grupo muy grande de estudiantes que no quería una participación grande en actividades políticas, y que le tenía cierta desconfianza a lo que se podría llamar estudiantes de izquierda.
Al margen de las planillas, la otra actividad política importante eran las asambleas. No existía el Colegio de Profesores; los profesores no iban a las asambleas, las asambleas eran estudiantiles y se daban de vez en cuando. Estas se citaban fundamentalmente por problemas externos. En 1958 fue la huelga de los camiones, en 1959 las huelgas de los ferrocarrileros, en 1960 la huelga de los maestros y también la Revolución Cubana, que tuvo un gran impacto. En estas asambleas discutíamos si la Facultad de Ciencias debía participar en manifestaciones del magisterio, de apoyo a la revolución cubana o en favor de la libertad de los presos políticos, que existieron a partir de las huelgas ferrocarrileras de 1959. Las discusiones eran bastante ricas y las votaciones bastante cerradas. A veces se ganaba que había que apoyar este tipo de movimientos, a veces se perdía. Cuando se ganaba, recuerdo yo que iba el contingente de la Facultad a las manifestaciones con una manta que decía Facultad de Ciencias. Cuando se perdía la votación iban más o menos las mismas personas pero sin la manta, porque había un pacto de caballeros; que cuando la mayoría votaba en favor de algo, entonces se tenía el derecho de llevar la manta y cuando se perdía, no se tenía ese derecho y esto se respetaba a “pie juntillas”.
Aparentemente era una época en la que había represión. ¿Hubo fuertes presiones a contingentes como los de los maestros y ferrocarrileros?
Mira, yo creo que de 1959 a 1961 había del orden de una a diez manifestaciones por año y dependía mucho del tipo de manifestación y del número de manifestantes si ésta era reprimida o no. Cuando el número de manifestantes era grande, más de 5000, casi nunca era reprimida. Cuando la manifestación era pequeña, 500 o 1000 gentes, era reprimida. Generalmente las manifestaciones estudiantiles eran reprimidas de una manera muy suave, se les aventaba cuando mucho una granada de gases lacrimógenos o se movían los policías gritando y los estudiantes se asustaban y corrían por todos lados. La represión a las manifestaciones de los ferrocarrileros o de los maestros era mucho más dura. En el caso de los maestros en una ocasión les echaron los caballos encima, y había gentes de la policía secreta golpeando a los ferrocarrileros bastante fuerte. Ellos también se defendían, a diferencia de los estudiantes que generalmente salían corriendo sin hacer el menor esfuerzo por defenderse. Había un poco la emoción de llegar al sitio de reunión de una manifestación, porque si llegábamos y veíamos que el grupo era reducido, sabíamos que la posibilidad de que hubiera represión era muy alta, mientras que si llegábamos y veíamos que había mucha gente, sabíamos que la manifestación iba a ocurrir sin mayor problema.
¿A qué se debe que los contingentes del magisterio y los ferrocarrileros estuvieran movilizados?
Lo de los ferrocarrileros fue el movimiento vallejista en 1958. Vallejo le ganó las elecciones para Secretario General al candidato oficial, con una votación como de 53000 votos para Vallejo contra 18 votos por el candidato oficial. El sindicato desencadenó varias huelgas en 1958 y 1959 para lograr aumentos de salario, huelgas que ganó siendo la última alrededor de abril de 1959, en la que, por un detalle pequeño, se querían igualar las prestaciones que había conseguido un pequeño grupo de ferrocarrileros. La dirección vallejista estaba formada por elementos del Partido Obrero Campesino, del PCM y del PPS. Yo creo que por razones políticas, ya que era un sindicato muy fuerte que estaba sustraído de la acción del PRI, se vino la represión; represión que dio origen a los presos políticos y la campaña por la liberación de éstos, que duró cuando menos diez años. En 1959 Vallejo fue a dar a la cárcel y un poco después Campa también, y algunas otras gentes que duraron muchos años en ella.
En cuanto a la Revolución Cubana, ¿cómo tuvieron ustedes contacto con esta problemática?
Bueno, mira, lo de la Revolución Cubana fue una cosa mucho más amplia y más sentida. Inicialmente era una revolución antiimperialista; no se le concebía como una revolución de extrema izquierda, era una revolución que reivindicaba una gran cantidad de anhelos y aspiraciones de los países latinoamericanos en relación a los E. U. Claro, poco a poco la Revolución Cubana fue siendo hostigada por ellos y paulatinamente se fue radicalizando, en el momento de la Invasión a la Bahía de Cochinos la respuesta de apoyo en México fue muy fuerte. Hubo una manifestación el martes 18 de abril, irían como 50000 gentes, llegaron al Zócalo y allí se presentó Cárdenas y habló en favor de la Revolución Cubana e incluso se decía que él estaba buscando un avión para dirigirse a Cuba en esos momentos. Al viernes siguiente se planteó otra manifestación donde no fue Cárdenas y hasta fue disuelta, en ella iban las juventudes priístas, las juventudes del PPS y una gran cantidad de grupos organizados independientes. También los grupos de izquierda dentro de la Universidad formaron una brigada de voluntarios para ir a Cuba, en la cual se inscribieron más de 1000 gentes; claro que nunca fueron, pero sí había una gran efervescencia mucho mayor que la que ahora hay en favor de Nicaragua. El proceso cubano se dio más rápido que el nicaragüense, y además se daba en una situación de deshielo. Previamente había existido una política bastante cerrada por parte de E. U., que ya Víctor Neumann mencionaba en la anterior entrevista, en el sentido de que las personas de izquierda tenían problemas para entrar a E. U., en cuanto era suficiente decir que alguien era simpatizante del PC o de una organización radical para que ya tuviese problemas de todo tipo. Esto a pesar de que la política de Reagan es muy reaccionaria, no se siente, ni se palpa como en aquél entonces.
En cuanto a la Facultad, ¿podrías platicarnos cómo eran las condiciones de estudio y cómo estaban acondicionados los laboratorios?
Se dice mucho que antes la escuela estaba muy bien y que ahora está muy mal; creo que esta frase es errónea. Cuando nosotros éramos estudiantes, muchos de los maestros que tuvimos no tenían el doctorado y algunos ni siquiera la licenciatura. Ahora existe un gran número de maestros que tienen el doctorado. La planta de profesores tiene más preparación académica ahora que la que tenía la planta de profesores cuando nosotros éramos estudiantes. Hay una segunda ventaja con respecto a lo que teníamos entonces, y es la gran cantidad de materias optativas. En aquél tiempo era bastante rígido el programa, había una serie de cuellos de botella, por ejemplo para los matemáticos era obligatoria una clase de electricidad que casi ninguno pasaba. El sistema de estudios ahora es mucho más flexible; esta flexibilidad no indica necesariamente que a todos beneficie. Es posible, para algunos estudiantes, buscar los maestros más “barcos”, con los temas más fáciles o la manera más sencilla de hacer la carrera, pero en general éste no es el caso. También muchos estudiantes buscan aquellas materias que les van a servir más para los intereses que tienen, Estos escogen en la mayoría de los casos aquellos profesores que tienen fama de ser buenos maestros.
En cuanto a los laboratorios, la calidad era casi nula, no había presupuesto, no había personas preparadas para dar clase de laboratorio, y no sólo eso, sino que había una postura entre el profesorado de Física que se refería a la existencia de una Física de primera y una Física de segunda. La Física de primera era la teórica y la de segunda era la experimental. Creo que esa manera de ver las cosas persiste todavía, pero no al grado en el que se daba cuando yo era estudiante. En ese sentido diría que es probable que algunos estudiantes sean más malos que los que antes había, pero es por el aumento de la población y por la gran flexibilidad del sistema. Sin embargo, ahora acaban la carrera más estudiantes que antes y de los que acaban, algunos son muy buenos, tan buenos e inclusive mejores que los de antes. La Facultad de Ciencias es muchísimo más compleja, y con posibilidades mucho mayores que en el pasado y se ha avanzado un poco mas en la discusión sobre las funciones de la misma. Aquí insistiría en que se ha avanzado en la discusión, y no necesariamente en la proyección de la Facultad hacia la sociedad mexicana.
Para terminar, ¿puedes referirte a tu experiencia estrictamente personal en los primeros semestres y durante la carrera? ¿Cómo viste esos años? ¿Digamos que tu eras un estudiante de calificación diez?
No, fíjate que no era estudiante de diez. Los estudios eran por años, no había semestres. Los primeros años eran flojos, los maestros faltaban; inclusive recuerdo que una vez fuimos a ver al Director, Dr. Guillermo Torres a decirle que teníamos mucho tiempo, que nos dejara más tareas. Era por ahí del mes de abril, las clases empezaron en febrero. Nos dijo: “No se preocupen, ya para junio van a estar pidiendo menos obligaciones”. En efecto así fue, la carga se iba acumulando hacia el final de año. Esto hacía que nuestros métodos de estudio fueran muy viciados. Los primeros meses faltábamos mucho y se estudiaba poco, y en los últimos meses, sobre todo en periodos de exámenes, tratábamos de hacer todo lo que no habíamos hecho durante el año. La preparación que traíamos algunos de nosotros era bastante mala. Recuerdo que en algún examen en el que había que encontrar el área de alguna figura geométrica terminó con un resultado en centímetros y no fue sino hasta mucho tiempo después que me di cuenta del error. Claro que no era yo la excepción; muchos estudiantes veníamos con una preparación deficiente, y aquí haría yo la salvedad de que los estudiantes que venían de la preparatoria tenían una preparación en área de ciencias más deficiente que los que venían de escuelas particulares. Sin embargo, los estudiantes de preparatoria tenían una idea de la realidad mucho más clara que los que venían de escuelas particulares, además de poseer mayor sensibilidad para los problemas sociales.
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Manuel Peimbert
Investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Profesor de la Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México. cómo citar este artículo →
Nota de los editores 1984. Historia de la Facultad de Ciencias (V) (Entrevista a Manuel Peimbert Sierra). Ciencias 6, octubre-diciembre, 38-43. [En línea]
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