cuento |
|
PDF →
|
||||||||
El encuentro
La manola |
||||||||||
Virginia Vargas R. | ||||||||||
El encuentro Me vio pasar, se zafó rápidamente del grupo para seguirme. Lo sentí venir tras de mi y la ventana me detuvo. Dejó ver el deseo en sus ojos, la pasión inundó su cuerpo, las yemas de sus dedos hicieron traspasar el ojal a los botones de mi vestido que caía lentamente para dejar mis senos descubiertos a su antojo. Me suplicó le diera amor, que tuviera compasión de él. Estaba estática por la satisfacción, más de pronto, cuando sus labios comenzaron a recorrer mi cuerpo, tomé la goma y lo borre.
La manola Realmente no sé por qué, pero cada vez que entraba en la habitación sentía que me miraba fijamente aquella mujer. Era una “manola” que vestía un traje rojo con lunares blancos y elegantes flecos adornando el cuello y las orillas de las mangas del vestido; tenía un ramito de claveles rojos en el lado derecho de su pelo, el que lucía ondulaciones que caían hasta sus hombros con cierta coquetería. Sus grandes ojos negros tenían algo muy extraño que me provocaba temor, sentía que me seguían por doquier y querían apoderarse de mi. Cada vez, al entrar al cuarto trataba de pasar rápidamente el lugar en donde ella se encontraba y no cerraba la puerta a propósito. Sobre todo, si no habla alguien más en aquel lugar, procuraba no entrar o bien, si tenia que tomar algo necesario que se encontrara ahí dentro, lo hacía a gran velocidad. Hubo ocasiones que también apareció en mis sueños esa mujer, provocando que me despertara sobresaltada. Mis padres se dieron cuenta que algo raro sucedía y tuve que expresarles mi temor. Al principio trataron de convencerme de que estaba yo equivocada, que ese temor no debería existir; pero creo que comprendieron aquello que me sucedía, porque después de unos días el calendario con la fotografía de “la manola” jamás lo volví a ver. |
||||||||||
_____________________________________________________________
|
||||||||||
Virginia Vargas R.
como citar este artículo →
[En línea]
|