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Pierre Versins
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Las primeras llegaron al comenzar el mes de mayo. Eran tan
bellas que hicieron soñar a los hombres a lo largo de los días y a lo largo de las noches.
Poco se tardo en saber que no eran hurañas, y los hombres se transmitieron la nueva. Hacían el amor con tal refinamiento, que dejaron muy atrás el ardor de sus rivales terrestres. El número ya grande de solteras aumentó.
Y seguían cayendo del cielo, más deseables que nunca, eclipsando a la mujer más maravillosa. Sólo el amor contaba para los hombres, y ellas no envejecían.
Mucho tiempo paso antes de que se dieran cuenta que eran estériles.
Así que, cuando medio siglo más tarde sus robustos amantes llegaron de Venus, sólo quedaban en la tierra hombres decrépitos y mujeres ancianas.
Tuvieron con ellos muchos cuidados y los trataron sin brutalidad.
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cómo citar este artículo →
Pierre, Versins 1984. Venusinas. Ciencias 6, octubre-diciembre, 60-61. [En línea]
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