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Colibríes de México y Norteamérica María del Coro Arizmendi y Humberto Berlanga; Ilustraciones de Marco Antonio Pineda. |
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Editorial: CONABIO/UNAM/NABCI/The Cornell Lab of Ornithology. México 2014, 158 p. | |||||||||||||
Este libro contiene información básica sobre la historia natural de los colibríes y sobre la distribución geográfica y las características morfológicas de todas las especies reconocidas de colibríes para que el observador de aves y el amante de la naturaleza pueda ayudarse a identificarlas. La descripción de cada una de las especies es acompañada por mapas de excelente calidad e ilustraciones del artista Marco Pineda e información sobre sus amenazas y estado de conservación. Aunque pareciera trivial la presentación de una guía con tales características, particularmente por la existencia de varios libros sobre colibríes y guías de campo especializadas en el mercado, la guía de los colibríes de México y Norteamérica de Arizmendi y Berlanga llega a las manos de todo público en un momento que considero crucial para que los ciudadanos se involucren no solo en su contemplación sino para que activamente participen en su estudio, generando observaciones sobre sus historias de vida y datos sobre su distribución e interacción con sus flores, que pueden ser de utilidad para su conservación.
Aunque la argumentación del párrafo anterior a favor de la guía de Arizmendi y Berlanga pudiese ser aplicada a otros grupos de aves, las características de los colibríes que incluyen su pequeño tamaño y capacidades de vuelo y revoloteo, un juego de características fisiológicas y metabólicas asociadas al consumo del néctar de las flores y demandas energéticas, las extravagancias de sus plumajes —con penachos, orejeras, colas largas bifurcadas y colores iridiscentes—, los despliegues nupciales con saltos acrobáticos acompañados de sonidos producidos por las plumas y danzas con niveles de testosterona disparadas que rayan en la esquizofrenia, los cantos melódicos y complejos en asambleas de machos en busca de un amor, y las migraciones desde el noroeste de los Estados Unidos y Canadá al occidente de México o a través del Golfo de México hacia Centroamérica, son solamente algunas de las razones de porqué los colibríes han sido parte iconográfica y de simbología importantes en los cosmos de los pueblos que nos antecedieron, de la exportación de miles de ejemplares embalsamados a Europa para la decoración de sombreros de las damas de siglos pasados en el viejo continente, de la generación de ganancias millonarias por la explotación de corazones atolondrados de los observadores de aves, y del juramento con los autores de esta guía.
Desafortunadamente el balance entre estas criaturas y los ambientes donde viven —particularmente las plantas de cuyas flores obtienen el néctar—, corre un grave peligro. Todas las especies de colibríes, no solo las de Norteamérica, se encuentran en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (cites), que incluye todas las especies que, si bien en la actualidad no se encuentran necesariamente en peligro de extinción, podrían llegar a esa situación a menos que el comercio de dichas especies esté sujeto a una reglamentación estricta y un control eficaz a fin de evitar una utilización incompatible con su supervivencia. Aunque varias especies de colibríes están amenazadas o en peligro de extinción en Norteamérica —particularmente aquellas con una distribución geográfica restringida como Lophornis brachylophus y Doricha eliza—, las amenazas mas importantes son todavía nuestra ignorancia sobre los tamaños poblacionales de la mayoría de las especies los recursos florales que usan a lo largo de su distribución geográfica, los movimientos estacionales y altitudinales que realizan siguiendo la fenología de los recursos florales, y de sus historias de vida y evolución. Más allá de las amenazas conocidas por el deterioro, fragmentación y destrucción de los ambientes donde viven los colibríes, los pronósticos del cambio climático sugieren por ejemplo que la distribución de las especies migratorias se reducirá hacia menores latitudes —se perderá la conducta migratoria en un pronóstico fatalista— y la sincronía fenológica entre la reproducción de los colibríes migratorios y las flores de las que dependen en ese periodo se perderá en muy pocos años hacia latitudes mayores, reduciendo la ya muy baja fecundidad de las hembras. Por este ejemplo pienso que la guía de los colibríes de México y Norteamérica puede detonar muchos procesos críticos para mejorar nuestra capacidad de predicción de las respuestas biológicas al cambio climático no solo de las especies migratorias de colibríes sino de otros organismos migratorios que siguen corredores de néctar u otros recursos, y con ello la posibilidad de que el ciudadano común participe en la generación de datos de urgencia anticipada.
Texto de la Presentación del libro
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Juan Francisco Ornelas | |||||||||||||
cómo citar este artículo
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