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Rectificaciones y adiciones a las efemérides seísmicas
R041B02   
 
 
 
Manuel Orozco y Berra  
                     
V tochtli (1325). "A los 31 años de la fundación
de la ciudad (de México), comenzó a salir fuego del volcán". Es la mención más antigua que hayamos encontrado acerca del Popocatepec.
 
III calli (1469). Este mismo año hubo un fuerte terremoto en la parte montañosa de Xochitepec, costa de Anáhuac, el cual "tomaron los naturales como presagio de ser conquistados por los mexicanos" (Torquemada, lib. II, cap. LVIII).
 
IX acatl. "En 9 acatl, dice el anáglifo Aubin, tembló de tal manera la tierra que muchos cerros se derribaron y muchas casas se destruyeron". Confirma la noticia el cronista franciscano escribiendo: "al 6‘ año de reinado de este rey, tembló la tierra y fue tan recio el temblor que no sólo se cayeron muchas casas; pero los montes y sierras en muchas partes se desmoronaron y deshicieron". (Torquemada, lib. II cap. LIX).
 
"Año de casas y de 1509, vieron una claridad de noche que duró más de 40 días; dicen los que la vieron que fue en toda esta Nueva España, que era muy grande y muy resplandeciente, y que estaba a la parte de oriente, y que salía de la tierra y llegaba al cielo. En este año se alzó el pueblo de Cosola que está a seis leguas de Huaxaca, contra los mexicanos, los cuales fueron sobre él y no dejaron hombre a vida según dicen los viejos que en ello se hallaron. Esta fue una de las maravillas que ellos vieron antes de que viniesen los cristianos y pensaban que era Quecacoatle al cual esperaban", "las pinturas de los códices Telleriano-Remense y Vaticano, representan el fenómeno en figura del fuego o del humo, saliendo de un promontorio de tierra y elevándose hasta el cielo; despréndense algunos puntos, indicantes de la arena, como cayendo en lluvia. En nuestro concepto, aquello fue una erupción del volcán Popocatepec, situado al S.E. de México: así nos persuaden las descripciones y las pinturas sólo que los intérpretes no supieron darse cuenta del fenómeno anotado en los anales. El vulgo tomaba como cosa maravillosa y perteneciente al cielo". (M. Orozco y B., Historia antigua y de la conquista de México, tomo III, pág. 466).
 
1512. "Año de navajas. Sujetaron los mexicas al pueblo de Quimichintepec (Quimichtepec) y Nopala (Nopalla) que están hasta la provincia de Tototepec. En este año les parecía que humeaban tanto las piedras que llegaba el humo al cielo". "Las pinturas de los códices Vaticano y Remense presentan la indicación de la guerra contra las dos poblaciones, aumentando que los prisioneros de Nopalla fueron sacrificados en la fiesta de Tlacaxipehualixtli. Se encuentra el signo en aquel año. El símbolo interpretado como el humear de las piedras, nos parece decir que permanecieron aún los efectos de la erupción del Popocatepec". (M. Orozco y B., Historia antigua y de la conquista de México, tomo lll, p. 487).
 
1519. La actividad del Popocatepec seguía en este año; ignoramos si fue una erupción o sólo continuación de las de 1509 y 1512; pero el año de que tratamos, los españoles le vieron arrojar humo, cenizas y piedras incandescentes, durando este estado hasta 1528, según se entiende de la noticia siguiente: "A la una de estas sierras, la llaman los indios Sierra Blanca, porque siempre tiene nieve; a la otra Sierra que echa humo, y aunque ambas son bien altas, la del humo me parece ser más alta, y es redonda desde lo bajo, aunque el pie baja y se extiende mucho más. Por la tierra que esta sierra tiene de todas partes es muy hermosa y muy templada, en especial la que tiene al medio día. Este volcán tiene arriba una gran boca por la cual solía salir un gran golpe de humo, el cual algunos días salía 3 o 4 veces. Habría de México a lo alto de esta sierra o boca, 12 leguas y cuando aquel humo salía parecía ser tan claro como si estuviera muy cerca porque salía con gran ímpetu, muy espeso, y después que subía en tanta altura y gordor como la torre de las iglesias mayor de Sevilla, aflojaba la furia y declinaba a la parte que el viento le quería llevar. Este salir de humo cesó desde el año de 1528, y no sin grande nota de los españoles y de los indios. Algunos decían que era la boca del infierno". (Motolinía, tratado lll, cap. VI. OyB, tomo IV p. 234).
 
1530. Tornó el Popocatepec a arrojar humo y dejó de hacerlo conforme a esta cita: "En este mismo año de 1530, el volcán que está a vista de México, cesó de echar humo y estuvo así hasta 1540. (M. Orozco y B., tomo IV, p. 234).
 
1539-1540. "Y después acá desque estamos en estas tierra no le hemos visto echar tanto fuego, hasta el año de 1539 que echó muy grandes llamas y piedras y cenizas". (B. Díaz del Castillo, cap. LXXVIII).
 
1592. Este año volvió a arrojar el Popocatepec vapores y cenizas.
 
1642. Erupción del Popocatepec: arroja humo y cenizas (carta dirigida a todos los editores de periódicos de esta capital por el conde de la Cortina, México, 1845, 6ohablando del Popocatepec dice lo siguiente: "Tiene una gran boca en la cima, echa por ella un penacho de humo grueso, y tan espeso que se ve de muchas leguas subir a la región del aire, a veces arroja ceniza y la esparce a los comarcanos pueblos, y ha llegado hasta la Puebla y Tlaxcala, y hasta Chalco, ocho leguas de distancia, no es continuo el humo visible que cesa por muchos años. El año de 1594 cesó por octubre; en 1663, a trece de octubre, a las dos de la tarde, levantó con estrépito un plumaje de humo tan denso, que oscurecía la región del aire; luego el año siguiente, continuando el humo, víspera de San Sebastián (feb. 24, 1664), a las once de la noche por la parte que mira a la Puebla cayó de la boca un gran pedazo, con tanto ruido, que se estremeció toda la ciudad, y las ventanas y puertas se abrieron al golpe, y el techo de la escalera de nuestro convento se vino abajo; hiciéronse rogativas y procesiones de sangre, pidiendo a Dios misericordia, porque la ceniza era en cantidad y con ella piedras que se hallaban menudas y livianas como la piedra pómez, fue cesando el humo y ahora es poco lo que despide que apenas se divisa". (Betancourt, tomo II, cap. IV, p. 1).
 
Debió repetirse el fenómeno aquel mismo año pues encontramos: "El día 24 de junio de 1664 arrojó gran cantidad de humo el volcán Popocatépetl, lo que no sucedía desde 1530", (Alamán, Disertaciones, tomo lll, p. 34). Lo que del humo no se había presentado desde 1530 aparece enteramente falso en esta noticia: "1665. En este año a 20 de enero día de San Sebastián, reventó el volcán y duró en estar cayendo ceniza cuatro días: les cayó a mis padres huyéndome de seis meses a Nativitas". Nota del periódico bisemanal El Mexicano, México, 1866.
 
1697. "El 20 de octubre hizo una erupción de fuego el volcán del Popocatépetl. (Alamán, Disertaciones, p. 44).
 
 
 
 
Nota
Tomado de: Memorias de la sociedad científica Antonio Álzate, México, 1888, tomo II.reflexión, p. 12). Betancourt.
     
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Manuel Orozco y Berra
     
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cómo citar este artículo
 
Orozco y Berra, Manuel. 1996. Rectificaciones y adiciones a las efemérides seísmicas. Ciencias, núm. 41, enero-marzo, pp. 34-35. [En línea].
     

 

 

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