revista de cultura científica FACULTAD DE CIENCIAS, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Busca ampliar la cultura científica de la población, difundir información y hacer de la ciencia
un instrumento para el análisis de la realidad, con diversos puntos de vista desde la ciencia.
in memoriam         menu2
índice 38 
siguiente
anterior
PDF
                 
Jaime Martínez Medellín R38B06   
 
 
 
Luisa Alba Lois
 
                     
El pasado jueves 2 de marzo falleció el doctor Jaime
Martínez Medellín, destacado maestro de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Jaime fue un entusiasta miembro del consejo de colaboradores de esta revista, interesado siempre por la divulgación de la ciencia. Presentamos estas semblanzas elaboradas por dos de sus compañeras de trabajo.
 
Puedo hablar del doctor Martínez Medellín como científico y maestro. La gran capacidad de crítica y análisis que poseía se reflejó en todos los alumnos que formó, entre ellos: Víctor Valdés, Alejandra Mainero, Héctor Mayani y Nora Vázquez.
 
Comencé a trabajar con él en 1973, en el departamento de Biología Experimental de la Facultad de Medicina; acababa de regresar de su larga estadía en el extranjero, donde había obtenido el doctorado en Biología Celular por la Universidad de California, en San Diego. En ese periodo estableció una fructífera amistad con el doctor Herbert Schulman, quien se convirtió en su maestro y amigo. Los años de su estancia doctoral, según sus propias palabras, fueron los más felices y productivos, entre otras cosas porque se casó con Lilia Benavides, bióloga también de la Facultad de Ciencias. Lilia sería su máquina impulsora y su mayor juez durante los siguientes 30 años. En esa época nació su hija Cynthia, hoy pintora formal.
 
La familia se trasladó a Canadá para que Jaime iniciara una estancia postdoctoral en el Lady Davies Institute del Jewish Medical Hospital en Montreal; lugar donde permaneció cerca de 5 años y al que muchas veces regresaría en sus estancias sabáticas, en una de las cuales tuve la suerte de participar.
 
Cuando lo conocí empezaba su vida científica en México, con grandes deseos de impulsar la Biología Celular y la Bioquímica en el campo que fue su especialización: el estudio de anemias experimentales y su relación con el metabolismo del hierro. Su claridad para proponer experimentos y la forma de abordar las preguntas fue siempre una de sus grandes cualidades. Nunca olvidaba un dato; Víctor Valdés y yo, sus alumnos más viejos, dijimos que tenía una “mente fotográfica que nunca se velaba”.
 
A su regreso del Lady Davies Institute nunca se adaptó totalmente a la forma de vida y de hacer ciencia en México. Nació Esteban, su segundo hijo, al tiempo que Jaime caía en cuenta de lo importante que era impulsar su especialidad en nuestro país. Con él aprendimos a asistir a congresos, a exponer nuestros trabajos y a batirnos con los resultados experimentales.
 
La docencia era “una novia a la que Jaime siempre fue fiel”. Dio un impulso determinante a los cursos de Biología Molecular para biólogos, y al tomarla bajo su tutela hizo de ella un “clásico” para los alumnos interesados en ciencia básica. Recuerdo las discusiones afectuosas de Jaime y Víctor sobre los artículos más recientes del campo y las apuestas que hacían sobre cuál de los dos tenía el artículo más reciente. Jaime, junto con el grupo de Montserrat Gispert, Sergio Guevara y Carlos Juárez, entre otros, comenzaron a incidir en los planes de estudio y desarrollo del departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Fue uno de los pioneros, junto con Montserrat, la doctora Hoffman y el maestro Cifuentes en conformar la investigación dentro del departamento, bajo la premisa de que la enseñanza debe ser reforzada e impartida por investigadores. Al mismo tiempo participó en el desarrollo y funcionamiento de los Consejos Departamentales, concepto que llevó a hacer de la Facultad de Ciencias una dependencia de vanguardia, desde el punto de vista organizativo y de participación académico-estudiantil dentro de la UNAM.
 
Otro aspecto que mucho interesó a Jaime y en el que invirtió gran parte de su tiempo fue la elaboración de libros de texto para la enseñanza media superior, pues su preocupación era la formación de estudiantes que disfrutaran y se entusiasmaran con la ciencia como proyecto de vida profesional. Varios de esos libros han sido reeditados.
 
La vida académica de Jaime siempre estuvo influenciada por los conocimientos de Evolución; se convirtió en un experto de la evolución molecular, su “última novia”, materia que impartía de manera entusiasta en el posgrado de la Facultad junto con Rosaura Ruiz, con quien establecía grandes discusiones y cuyos cursos tenían gran prestigio. En los últimos años Jaime se dedicó a trabajar sobre algunos aspectos teóricos, para proponer un modelo que explicara la evolución molecular del código genético, trabajo que quedó inconcluso debido a su repentina enfermedad.
 
Espero que esta pequeña semblanza del maestro y amigo sirva para conocer un aspecto nuevo o al menos diferente de un ser de enorme personalidad y calidad humana, cuyos comentarios, a veces sarcásticos, denotaban el gran sentido del humor y sensibilidad con que constantemente admiraba a quienes, como yo, tuvimos la suerte de ser sus amigos y alumnos.
 
Breves pensamientos sobre Jaime

No recuerdo con exactitud en qué circunstancias conocí a Jaime; probablemente fue cuando me incorporé a la Facultad de Ciencias en 1980. Iniciamos una amistad en la que compartimos largas horas de conversación, empresas académicas comunes, acciones políticas conjuntas, y hasta la misma brigada en la huelga del Sindicato de Personal Académico de la UNAM (SPAUNAM).

Es muy doloroso hablar de un amigo en pasado y poner por escrito los pensamientos en los que Jaime ocupa en estos días una parte recurrente.

Si intentara describirlo diría de inmediato que Jaime era un hombre inteligente, y no lo menciono como una virtud, sino como una característica que lo acompañaba hasta en sus comentarios más sencillos.

En las discusiones sobre ciencia, en los seminarios de investigación, en los exámenes, Jaime sabía siempre hacer una pregunta interesante, aguda y muchas veces sorprendente. Con rapidez, lograba entender el meollo del problema, cualquiera que éste fuera, y encontraba sin dificultad las partes débiles de un trabajo.

En las discusiones sobre planes de estudio, Jaime era un crítico incansable, siempre opuesto al fraccionamiento obligado en la enseñanza de la ciencia y continuamente preocupado en impulsar la integración de los conocimientos. Más de una vez hicimos largas sobremesas, buscándole tres pies al gato, Alfonso Torre Blanca, Jaime y yo.

A Jaime le gustaba especular sobre los acontecimientos políticos, y pienso cómo hubiera gozado los momentos actuales de este México estremecido; seguramente hubiera elaborado varias hipótesis, eso sí, todas con finales pesimistas, y probablemente no estaría equivocado.

Jaime era un amante de la cultura y el arte. Recuerdo con asombro y deleite una tarde, en lo que fue probablemente uno de nuestros últimos encuentros, que me sorprendió con sus cuadernos de dibujo, una antigua pasión no confesada, donde sus trazos mostraban una gran habilidad en la materia.

La muerte de un amigo es siempre dolorosa, pero creo que el dolor se exacerba en la distancia. Estoy segura que a mi regreso a la Facultad lo extrañaré con frecuencia.

Annie Pardo, Baylor College of Medicine, Department of Pathology, Houston, Texas.

  articulos
 _____________________________________________________________      
Luisa Alba Lois
Facultad de Ciencias,
Universidad Nacional Autónoma de México.
     
_____________________________________________________________
     
cómo citar este artículo
 
Alba Lois, Luisa. 1995. Jaime Martínez Medellín. Ciencias, núm. 38, abril-junio, pp. 56-57. [En línea].
     

 

 

de venta en copy
Número 137-138
número más reciente
 
137I

   
eventos Feriamineriaweb
  Presentación del número
doble 131-132 en la FIL
Minería

 


novedades2 LogoPlazaPrometeo
Ya puedes comprar los 
ejemplares más
recientes con tarjeta
en la Tienda en línea.
   

  Protada Antologia3
 
Você está aqui: Inicio revistas revista ciencias 38 Jaime Martínez Medellín